sábado, 26 de diciembre de 2009

silencio entre los dos

ví los carriles del tren que nunca tomé y que solo ví partir, en aquel tren ví que se iba el tiempo, el pasado que nunca volvera, se fue el amor que nunca regresará, aunque lo intente evitar, en aquel tren se subió mi amistad, mi felicidad, de aquella niñez que solo quedarán nada mas que recuerdos, se subió el amor que sentía hacia esas personas tan especiales.

pero por una parte pensé que a esa persona no le importaba perderlo todo. cuando veía que se alejaba, aquellos recuerdos pasaron por mi mente y por alguna razón me lamente
lo único que me acompañaba era mi corazón atormentado, caminando por la carretera, todo estaba arruinado, mis pensamientos conbinaban a la perfección con el invierno de aquella ciudad, recorde aquellos momentos por los que paseabamos y nos gustaba observar el pasar de las luces de los autos, y sin darme cuenta llegue a aquel lugar donde por alguna razón nos conocimos, a aquel lugar que fue solamente nuestro, aunque intente evitarlo, me di cuenta que ya era demasiado tarde, quise solucionar lo que para nosotros era una amistad duradera, en ese momento me di cuenta que me había subido al tren de la soledad.

1 comentario:

  1. La soledad no es más que una compañera de viaje, una fria amante de pálido rostro que camina en silencio a tu lado, que se refleja sólo en los ojos cuando te miras al espejo, que te hace invisible a la gente, y que no tiene memoria, porque a su lado nadie te recordará.

    No permitas que te pase... no es buena consejera ni amiga, si lo sabre yo.

    Un abrazo

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